La posada de Vanis es famosa por su hospitalidad y su buena cerveza. La posada tiene tres plantas, con cinco habitaciones cada planta. En la primera está el bar, y es donde muchos viajeros pasan la mayor parte del tiempo bebiendo y jugando a las cartas con los campesinos de Vanis. En la entrada de la posada hay un rótulo con una espada clavada en un shek.