La laguna

Había salido a dar mi acostumbrado paseo como solía hacer cada día. Hoy mis pasos habían llegado hasta la laguna, pero parecía que aquel lugar no estaba vacío, había alguien más. Me acerqué tranquilamente al ver que era una de las personas que se encontraban estudiando en la torre
-Buenas noches -mi voz sonó como un susurro.

Interrumpí mis pasos al llegar casi a su altura
-Perdona si te he asustado, no era mi intención
Pude observar el cuaderno que estaba utilizando aunque no llegué a distinguir que era lo que dibujaba en él. Me acerqué un poco más esperando que no le molestase que echara un vistazo
-Es bueno ese dibujo, te está quedando bien

Tomé asiento a su lado sin dudarlo al ver que me hacía un sitio. Cogí el cuaderno empezando a pasar las hojas para echarles un vistazo
-¿Solo un pasatiempo? -la miré sorprendida, eran bastante buenos- pues sigue así porque se ve que tienes buena mano para esto.
Le volví a entregar el cuaderno
-No me vendría mal buscarme yo también un pasatiempo -suspiré con una cálida sonrisa.

-Con que te gusta el arco y la flecha ¿eh? -suspiré sacudiendo la cabeza- tanto tiempo encerrada en esta torre y qué poco conozco a la gente que pasa por ella.Al escucharle mencionar lo que opinaba de aquel lugar no pude evitar volver a sonreir.
-La palabra hermoso se quedaría escasa para describirlo -recordé unas imágenes que tenía en su cuaderno- por cierto, ese castillo que tienes ahí dibujado, también es muy bonito, ¿de qué se trata? quiero decir... ¿es algún lugar que conozcas?

-Tal vez sea tan solo un simple sueño, pero es raro que aparezca tanto en ellos y que luego seas capaz de representarlos en el papel con tanto detalle -dije mientras señalaba su cuadernillo.

-¿Todo Idhún? -negué con suavidad- no la verdad es que no, hay demasiados lugares para visitar, sería prácticamente imposible y no he tenido mucho tiempo al tenerme que encargar de la torre -suspiré con resignación- es algo que me ha mantenido muy atada.

-Sí, claro que sí he pensado en ello, pero siempre ha surgido algún imprevisto -dije como pretesto- pero tienes razón, debería tomarme algo de tiempo para mí y hacer algún viaje de vez en cuando. ¿Y tú? -la miré ahora con curiosidad- ¿no has pensado nunca en salir de esta torre para ver mundo?
Vi que temblaba un poco
-Si tienes frío, tal vez prefieras volver dentro.

Entendía como se sentía
-Nuestros padres suelen hacer lo que creen más correcto para nosotros, a mí también me sucedió algo similar -guardé silencio recordando aquellos momentos- no pararon hasta convencerme de que esto era lo mejor que podría haberme pasado y que debía venir aquí a estudiar.
Cerré los ojos pensativa, buscando las palabras adecuadas para expresarme
-No es cuestión de estar preparado o no para abandonar este lugar, un mago siempre está en constante proceso de aprendizaje, no deja de experimentar con la magia que lleva dentro, no deja de aprender algo nuevo cada día por muy preparado que piense que pueda estar.
Abrí los ojos mirándola ahora con una cálida sonrisa
-Tú eres libre de salir o entrar de la torre, esta siempre estará abierta para que puedas volver a ella cuando quieras o lo necesites. Es tu hogar, no tu prisión, si necesitas viajar, hazlo, no lo dudes, la magia no lo es todo en la vida.

-Puedes salir, eso no lo dudes y más ahora que no hay muchos alumnos en el lugar, pero deberías volver de vez en cuando, para retomar tus estudios. No encontrarás mejor sitio que este para aprender, además... -una nueva sonrisa volvió a aparecer en mis labios- en cierto modo somos responsables de lo que os pueda pasar y creeme, las cosas ahí fuera están ahora difíciles.

La sonrisa pronto desapareció de mi rostro al ver que su estado de ánimo cambió de pronto por haber sacado ese tema
-Mucho me temo que esas cosas siempre las tendremos presentes -sacudí la cabeza suspirando- es dificil, todo esto es dificil, hay disputas entre dos bandos que han formado los reinos humanos y luego... luego está el problema de los sheks y los shiz, por mucho tratado que firmasen siempren intentarán imponer su autoridad por encima de otros.

-Sí, ya se ha hecho demasiado tarde, descansa Delilha -la despedí antes de levantarme, pero aun tenía cosas que hacer antes de volver a enfrascarme en los libros que me aguardaban en la torre a la espera de volver a ser utilizados. Decidí continuar con un breve paseo antes de volver a la rutina.