Árbol milenario

Había llegado al bosque de Awa en una de esas muchas escapadas que solía hacer para evadirme de todas aquellas presiones a las que estaba siendo sometida últimamente por tener que llevar algo tan importante como un reino.
Me gustaba adentrarme en los bosques y aquel parecía tener un encanto especial para mí. Caminé hasta llegar al famoso Árbol milenario del que tanto había oído hablar.

Estaba apunto de tocar el árbol, tenía la palma de mi mano extendida hacia su tronco, cuando me sobresaltó escuchar una voz a mis espaldas. No me esperaba encontrar nadie por allí
-Yo... ya... -balbuceé tratando de expresarme- ya lo sé... pero... tan solo estaba dando un paseo, no pretendía dañar vuestros bosques -logré decir cuando encontré las palabras.

-Si eres capaz de ver esas cosas, entonces podrás comprobar que no te estoy mintiendo en absoluto -le devolví una media sonrisa y alcé la mirada hacia la copa de aquel gran árbol- creeme, no me educaron para actuar de tal forma.

-En eso debo darte la razón -admití volviéndome hacia él. Me paré unos segundos intentando analizarle- muchos de los míos han cometido grandes atrocidades y se pierden con facilidad, aunque no todos somos iguales, eso deberías tenerlo en cuenta.

Cerré los ojos suspirando
-Vaya, yo defendiendo a los míos y resulta que yo misma pierdo esa educación de la que tanto alardeo -me incliné ligeramente en una mezcla de reverencia y disculpa- Alanna Sa... -iba a presentarme por mi nombre completo, pero abandoné la idea porque me resultaba demasiado formal- me llamo Alanna.

-Lo mismo digo -respondí sonriente- y ahora que nos hemos presentado y nos conocemos un poco más... sabré a quien mencionar si alguna vez me topo con alguno de los tuyos a los que no caemos demasiado bien los humanos.

-Tranquilo, tan solo bromeaba... -le dije rápidamente para tranquilizarle- puedo arreglarmelas sola, además, por mucho que lleguen a odiar a los míos no creo que quisieran comenzar ninguna disputa sin ningún motivo.

-Buenas noches Licaón...
Después de despedirme, me quedé allí parada, en silencio. Una vez más tenía que darle la razón. pues la mayor parte de las veces poco entendíamos a los de su raza.
Alcé la vista hacia el cielo, buscando tal vez al pájaro haai que me había llevado hasta allí. Resultaba imposible ver algo con tanta vegetación, así que decidí salir del lugar. No podía demorarme demasiado o sino me acabarían echando en falta y lo que menos quería era que se enterasen mis padres de mi ausencia y acabasen mandando gente en mi busqueda, en parte porque eso supondría que mis escapadas llegasen a su fin.



Fdr: buenas noches, que descanses!! ^^

Después de haber dejado a aquellas chicas en alguna parte del bosque, llegué por fin al lugar donde había querido ir desde un primer momento.
Allí se encontraba mi caballo, parado junto aquel enorme árbol. Me acerqué a él y le acaricié la cabeza, con cuidado por si se volvía a asustar y emprendía de nuevo la carrera.

Cerca de mi casa con la que vivo con mi hermana, está aquel árbol. Guerras. Odio las guerras. Por lo menos un árbol había sobrevivido. Veo a una chica humana con un caballo. Sólo conozco este bosque, nada más de Idhún. quizá esta chica me podría ayudar...

Enarqué una ceja al ver que no estaba sola. Últimamente este lugar estaba empezando a estar demasiado concurrido, aunque a la persona a la que estaba buscando nunca apareciese.
-Hola -le saludé, aunque me volví rápidamente para tranquilizar al caballo que se había vuelto a alterar un poco.

Aquella chica me había hablado. No sabía que responderle pero le dije:
-Hola... Me llamo Ea...

-Alanna -respondí a su presentación con una media sonrisa, luego la miré preguntándome si no sería que ella también se había perdido.

Disculpa, vivo cerca de aquí pero no conozco nada más de Idhún...-Le dije- ¿Por casualidad no tendrías algun mapa?

Al ver que no me respondía le dije:
-Bueno, yo vivo cerca de aquí, hacia el Este. Si necesitas algo, allí estoy...

-Gracias -murmuré asintiendo a lo que había dicho.
Saqué un mapa de las bolsas que tenía atadas al caballo y me acerqué a entregarselo
-Aquí tienes, un mapa de idhún, está algo desgastado por el uso... pero te servirá.




Fdr: Lo siento, estaba haciendo unas cosillas y no podía contestar antes.