Los ojos de Neliam

Había seguido a un grupo de shiz que merodeaban por los reinos humanos con no muy buenas intenciones. Les había perdido la pista después de una pequeña pelea con ellos, además, se habían llevado a una de las personas que me acompañaban.
Dejé el caballo suelto mientras me acercaba a una de las lagunas para limpiarme y lavarme un poco toda la suciedad que podía tener encima.

Escuché un fuerte chapoteo en alguna de las lagunas que había por allí cerca. Me volví rápidamente mirando con nerviosismo a mi alrededor buscando la causa de aquellos ruidos.

Me encogí de hombros, no parecía que hubiese nada por allí. Me volví a agachar junto al agua limpiando con esta, las heridas que durante la pelea me habían ocasionado. Tenía un par de cortes en los brazos y otro en el costado, tan solo eran unas cuantas heridas superficiales.

De nuevo una extraña sensación, una sombra se acercaba. Mi primer pensamiento era que se trataba de un shek, pero rápidamente me quité esa idea de la cabeza, un ser de aquel tamaño no podría producir una sombra tan grande.
Alcé la mirada hasta encontrar allí un feérico.
-Hola -le saludé más tranquila.

-¿Pero es que todo el mundo se ha vuelto loco? -no podía dar crédito a todo lo que me estaba pasando con esa raza últimamente- no me tranquiliza que seas un feérico, me tranquiliza ver que no eres uno de esos shiz con los que me he encontrado antes...

Antes de que me hubiese dado tiempo a contestarle ya me estaba ayudando con esas heridas.
-Muchas gracias -murmuré sorprendida por la amabilidad que mostraba sin conocerme- no te preocupes, es normal, andamos todos con los ánimos un poco crispados últimamente -para cuando terminé de hablar lo que me había puesto en las heridas ya había hecho efecto.
Después de un rato, le miré con una media sonrisa
-Te agradezco lo que has hecho por mí, pero debo marcharme, nos vemos en otra ocasión -busqué mi caballo con la mirada y me dirigí hacia él. Monté y me marché del lugar todo lo rápido que pude.

Llegué con Nor a los Ojos de Neliam. Quizá buscando a mi hermana... Quizá queriendo un buen baño... Aunque, inconscientemente, sabía que mi hermana no estaría allí...

Dejé que Nor bebiera agua, que al pobre lo tenía un poco desatendido, últimamente. Acto seguido, empezé a limpiarle el plumaje con el agua cristalina y un poco de Pétalos de Rosa, que dejaban las plumas de mi Haai brillantes y luminosas.

Me metí de golpe el el agua, produciendo un gran estruendo. La ropa se me pegó al cuerpo al sumergirme. Últimamente, el agua me relajaba mucho, y me dejaba mucho tiempo para pensar y meditar...

Asomé la cabeza por encima del agua. Escuché una melodía que salía de un instrumento que, gracias a mi oído musical, deduje que era una flauta de madera. Seguí la canción. Me inspiraba sentimientos positivos, mis ojos empezaron a brillar. Al acercarme vi a una chica que tocaba. Era Laila!

-¡Hola Laila! -dije, sentádome al lado de ella, con los pies aún en el agua- ¡Que bien te sientes hoy! ¿Ya ha pasado el problema? -mis ojos perdieron brillo y cambié de tema- ¿Qué tocas? Es muy bonita...

-Es genial, no te avergüences... En realidad, es tan bonita que no creí que fuera tuya... Ah, y bienvenida a los Ojos de Neliam!!! -repuse con una sonrisa.

Le puse perfume de flores a Nor, mientras le halaba a Laila, y él se puso muy contento.

Me quedé así:

-¡Sagrada Wina! ¡Por el amor de Yohavir! Neliam es una diosa de Idhún!!!! Creí que la conocías!!!! Es la diosa del agua y de los varu!!!! -Me puse muy nerviosita al ver que la chica no sabía NADA de Idhún. Creía que sabía por lo menos que eran los dioses!!

-No importa, sólo que en estos tiempos, la gente se está volviendo muy religiosa. ¿Quieres saber algo más de los seis? -aún seguía con la cara .