Dejé a mi caballo en el establo y subí hasta mi habitacion muy, muy lentamente. Necesitaba darme un baño, comer algo y dormir. Entré en el cuarto y lo miré con una pequeña sonrirsa, despues de tres dias, había vuelto a mi lugar de siempre. Todo estaba como lo había dejado, incluyendo la ropa tirada por todo el suelo y los dibujos desparramados por el escritorio. Me saqué las botas y las lancé a un lado de la cama, lugo, me lancé yo a esta y cerré los ojos momentaneamente para proferir un suspiro audible. Ya estaba en casa. Volví a incorporarme, tomé ropa limpia, uno de mis vestidos mas cómodos y salí de la pieza y me encaminé hacia los baños.
Entré al cuarto de baño, me quité la ropa, observando los cortes que tenia en el abdomen el brazo y los moretones de mi rostro. Me metí en la ducha y dejé que el agua caliente relajara mis músculos. Luego de un rato salí, me sequé completamente y me coloqué la ropa interior. Tomé el botiquin y me limpié las heridas nuevamente, lugo me vendé y me coloqué unas banditas en los cortes del rostro. Suspiré e intenté poner mi mejor sonrisa, pero solo sentía dolor y tristeza. Me vestí por coimpleto y fuí al comedor.