Explanada nevada

Reaccionó al escuchar jaleo.
Tal vez me había quedado dormida o a saber... la cuestión es que había una pelea.
-¿Qué demonios... -la frase quedó inacabada en mis labios al ver que era un shek el que estaba luchando contra Nero.

Mi mano buscó la espada. Aquella espada que se habíaperdido días antes junto con el caballo.
Caminé unos pasos hacia atrás cogiendo mi daga. Sabía que no tenía ninguna oportunidad con un arma como esa contra un ser como aquel, pero era bastante ágil, quizás los suficiente para esquivarle
-Maldito gusano con alas -murmuré entre dientes. No podía moverme, había inutilizado todo mi cuerpo.

Alanna, vete... *murmuró y se intentó levantar para ayudarla, pero no pudo, estaba demasiado debilitado por tanta descarga eléctrica:

-ve... te... *cayó al suelo totalmente inconsciente

me voy, mañana vuelvo ^^

-¡Nero! -exclamé al ver que caía al suelo. No sabía cual era su estado, pues no tenía ni idea de que era lo que el shek le había podido llegar a hacer.
Intentaba moverme, tal y como le había dicho que hiciese, pero no conseguía resultado alguno.
Mi mirada fue ahora hacia la shek
-Ten cuidado no te vaya a indigestar...

No pude evitar estremecerme, pues el contacto de su piel escamosa me resultaba repulsivo.

El abrazo de su cola alrededor de mi cuerpo me hacía cada vez más daño. Cerré los ojos con fuerza, casi sería mejor que me comiese y acabase con aquello cuanto antes. El aire me empezaba a faltar y mi vista se nubló progresivamente percibiéndola como una simple forma borrosa.
Tan solo pude escuchar un rugido, un rugido que para nada tenía que ver con un shek, pero que a mis oídos sonó como una dulce melodía, ya que significaba nuestra salvación.

Me dejó caer. Ni si quiera sentí el golpe, es más... apenas podía sentir algo.
Me quedé tendida en el suelo, respirando entrecortadamente, esperando recuperar las fuerzas necesarias para poder levantarme.

Me había paralizado mirando a la Shek. Me volví para ayudar a Alanna, que sentía un gran dolor:

-Alanna! Ah, duele!-Le intenté curar con la poca práctica que tenía- Alanna! Te tienes que curar!

Al ver que la chica estaba mejor, me dirigí al Yan:

-Nero, escúchame! Estás bien? Te ha hecho daño?

-Tranquila Ea, yo me encuentro bien -dije poniendo al instante una mueca de dolor cuando me incorporé.
Había estado un rato tendida en el suelo y aunque no tenía ningún rasguño por fuera, la presión que el cuerpo del shek hizo sobre el mío, me había dejado tocada.
-¿Cómo está Nero? -pregunté nada más acercarme a él, arrodillándome a su lado para evaluar las heridas que le habían ocasionado.

-Está horrible! Espera, ahora me tendrás que ayudar... Presiona fuerte! -Saqué una gran hoja y le vendé las heridas- Ya está, pero sujétalo!

FdR: Me tengo que ir, juega tu con mi personaje, si quieres...

Presioné en el lugar correcto tal y como me había dicho. Una vez le hubo vendado me quedé sujetándolo a la espera de que diese señales de alguna mejoría.




Fdr: Ok, si nos vamos de aquí o algo, muevo tu pj ^^