Al sur de la fortaleza de Nurgon se encuentra un pequeño jardín que fue creado por los Feéricos el día de la batalla de Awa por error. Por algún motivo que se desconoce, el jardín no se ha marchitado ni se ha destruido y por mucho que pises sus flores éstas nunca se mueren. Como si de un fénix se tratase. Muchos guerreros vienen al jardín a desconectar del estrés del entrenamiento y se pueden estirar por la hierba y dormir una agradable siesta.